Querido abuelo:
Hoy es el primer cumpleaños que no estás, aquí, y duele mucho. Pero que no estés físicamente no significa que te haya dejado de querer o te haya olvidado, al revés, cada día te quiero más y estoy orgullosa de ser tu nieta.
Porque fuiste un hombre trabajador y no te dejaste pisar por nadie.
Que aunque fueses un poco gruñón en el fondo eras más tierno que un trozo de pan.
Tú y la abuela me enseñasteis lo que es el amor de pareja, que pese a las dificultades siempre estuvisteis el uno para el otro.
Os tocó vivir en tiempos difíciles y fuisteis capaz de salir adelante como mejor supisteis, que criasteis dos hijos maravillosos y habéis aguantado a cuatro nietos durante los veranos, los cuales no hubieran sido tan geniales.
No me puede despedir de ti y es una de las cosas que más odiaré en esta vida, pero me quedo con todo lo que me has transmitido y lo que me has dado.
Donde quiera que estés, espero que estés con la abuela y que seáis muy felices. No os olvidéis de nosotros, porque nosotros nunca os olvidaremos.
Feliz cumpleaños, te quiero.
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